Las máscaras son un elemento que nutre las tradiciones de nuestro país y dentro de la gran variedad que a diario elaboran los artesanos, se encuentran las del Carnaval de Barranquilla, evento reconocido como uno de los más antiguos de América Latina y declarado Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2003.

Pero, aparte de ser la máscara una pieza indispensable en la celebración del Carnaval, este objeto se ha convertido, así como el folclor de la costa Atlántica, en un elemento característico de la identidad cultural del departamento.

En cuanto a sus orígenes, la Fundación Carnaval de Barranquilla afirma en su publicación Memoria del Oficio. Talla de Máscaras en madera del Carnaval de Barranquilla, que: “las máscaras del Carnaval elaboradas en madera, papel o tela son, en su mayoría, el resultado del mestizaje cultural entre africanos, indígenas y europeos acaecido en el Caribe colombiano a partir del siglo XVI”.

Por ejemplo, las máscaras zoomorfas talladas en madera provienen de África occidental, mientras las elaboradas en tela, se originan en las tradiciones religiosas y civiles españolas en las que se hacía uso de capuchones, antifaces y vestidos.

Barranquilla, Galapa, Soledad y otros municipios del Atlántico, son los territorios en los que sus artesanos le dan vida a las máscaras, divididas en dos grupos: antropomorfas (figura humana) y zoomorfas (aspecto animal), que tienen como función esconder el rostro y la identidad de quien la porta en el carnaval.

Y para crearlas, el moldeado en papel maché, la talla en madera y la costura en tela, son los oficios mediante los cuales, los artesanos atlanticenses elaboran sus máscaras, mágicas piezas artesanales vinculadas a las tradiciones culturales del Atlántico y que enriquecen la celebración del Carnaval.

La talla en madera es un oficio de tradición milenaria que los artesanos del Caribe desarrollan para construir parte de las máscaras. El proceso creativo inicia desde la selección de la materia prima y pasa por el diseño del boceto de la pieza para plasmarlo en la madera y así comenzar a tallarla, hasta crear la forma de la máscara que tomará vida con el proceso de pintura y decoración.

El papel maché es un material versátil, que permite ser trabajado con facilidad. Para elaborar las máscaras, los artesanos primero bocetan el diseño en papel y crean el molde en relieve con arcilla, lo pulen y lo dejan secar. Cuando está listo, lo empapelan con papel kraft y almidón de yuca de manera uniforme; lo dejan secar y desmoldan la pieza separando el molde de arcilla con la máscara ya formada en papel, para luego continuar trabajando su forma con procesos como el “estucado” y el “lijado”. Finalmente, cuando la máscara de papel tiene una textura uniforme y resanada, se pinta.

Tanto en las máscaras de papel como en las de madera, la pintura es uno de los pasos más importantes en su elaboración. Rombos, líneas, luceros, soles y puntos característicos de su decoración, son plasmados con colores planos como rojo, verde, amarillo y azul, exaltados con negro y blanco. Este es el momento en el que el artesano imprime en la máscara, la habilidad y la creatividad propias de su oficio. 

Por otra parte, para crear máscaras en tela como las de las marimondas, las artesanas utilizan adicional a este insumo, otros materiales como hilos, espumas, entrelas y elementos decorativos. Para construirlas, se dibujan los moldes sobre la tela, se cortan sus partes y se unen por medio de la costura, para finalmente decorarlas.

Piezas emblemáticas

Dentro de los diferentes diseños plasmados en las máscaras de papel y madera, sobresalen las de tigre, burro, caimán, pájaro y mico; pero, una de las más emblemáticas es la del toro. Con ellas, entre danzas, comparsas y música son representados mitos, historias o visiones propios de la cultura del Atlántico. Algunas de las piezas más conocidas elaboradas en tela, son el antifaz del monocuco y la capucha de la marimonda. 

Hoy en día y gracias a la inventiva de los artesanos y su necesidad de innovar para mantener la tradición, las máscaras del Carnaval que anualmente desfilan en las calles de Barranquilla, hacen parte de la decoración de los hogares colombianos con objetos como servilleteros, platos y porta notas, entre otros, que permiten sentir el Carnaval todos los meses del año. 

¡Quien lo vive es quien lo goza!, se grita en el Carnaval de Barranquilla, una fiesta en la que imponentes máscaras hechas a mano por los artesanos de nuestra Colombia Artesanal, se combinan con la música y los bailes del Caribe para mostrarle al mundo con alegría y orgullo, la singularidad de la cultura nacional. 

Por esto, para Artesanías de Colombia es un orgullo trabajar por la conservación de estas piezas insignias del país, que se destacan por su diseño y colorido en nuestros espacios comerciales y feriales a nivel nacional e internacional, representando la maestría artesanal e identidad colombiana.

Especial realizado por el Sistema de Información para la Artesanía Siart, de Artesanías de Colombia.

Fuentes:
- Abadía Morales, Guillermo. Chaves Mendoza, Álvaro. Rostros. Introducción a la máscara en Colombia. 1984. Bogotá.
- SENA, Artesanías de Colombia, Gobernación del Atlántico. Carnaval de Barranquilla Máscaras de Madera. Proyecto de desarrollo de la artesanía del Carnaval de Barranquilla. Rescate de las máscaras en Madera. 1996. Bogotá.
- Nina S de Friedemann. Carnaval de Barranquilla. Editorial La Rosa. 1985. Bogotá.
- Fundación Carnaval de Barranquilla. Programa Carnaval Hecho a Mano. Memoria del Oficio. Talla de Máscaras en Madera del Carnaval de Barranquilla. 2012. Barranquilla.
- Fundación Carnaval de Barranquilla. Programa Carnaval Hecho a Mano. Memoria del Oficio. Moldeado de Máscaras en papel del Carnaval de Barranquilla. 2012. Barranquilla. 
- Colombia, Ministerio de Comercio, Industria y Turismo. Artesanías de Colombia. Memoria de oficio: máscaras en tela Carnaval de Barranquilla. 2016. En línea: http://repositorio.artesaniasdecolombia.com.co/handle/001/3801